Publicado: 1 de Abril de 2014

Cuando dormimos varios científicos afirman que suceden cosas sorprendentes en nuestro cerebro del cual gran parte de su funcionamiento es aun incomprendido a pesar de los incesantes avances tecnológicos del último siglo.

Una de estas características particulares que se desatan durante los periodos de sueño es la aparición de determinadas actividades involuntarias las cuales no pertenecen al consiente del individuo y este no logra evitarlas ni conoce su procedencia.

Y no solo sucede con movimientos drásticos de nuestras extremidades o conductas inconscientes relevantes como el noctambulismo, sino que también lo podremos encontrar en la contracción de algunos músculos que pueden convertirse en un verdadero problema.

Esto es lo que sucede con el Bruxismo el cual consiste en un molesto rechinar de los dientes cuando dormidos de forma completamente involuntaria, y altamente nociva.

Los estudios efectuados por especialistas sugieren que la vehemencia con la cual se suscitan estas contracciones producidas por el sistema nervioso central y generada por los músculos de nuestra boca es causal de un gran número de dolencias y daños que de no ser controlados pueden poner en riesgo gran parte de nuestra salud dental.

Las micro lesiones son difíciles de identificar a simple vista pero son responsables de un gran número de problemáticas futuras, infecciones, perdida de esmalte y hasta pequeñas pérdidas de piezas dentales.

Si sufre de Bruxismo alertados por las personas que lo rodean, le recomendamos que visite a su dentista para evaluar los daños causados por la actividad, a su vez debe considerar que esta condición no dispone de tratamiento alguno aunque se recomienda el consumo de infusiones para nervioso antes de dormir, o bien la utilización de protectores bucales, aunque la bruxacion no se detiene y el dolor en la mandíbula al despertar puede ser considerable.

Esta patología afecta tanto a hombres como mujeres y se determino que aproximadamente el 20 % de la población la sufre de forma activa durante la etapa que transcurre entre los 17 y 20 años de edad.